Leisure Suit Larry: Wet Dreams Dry Twice

  • Desarrollador: CrazyBunch
  • Plataformas: PC
  • Lanzamiento: 23 de Octubre de 2020

Cancúm, paradisíaco destino donde Larry Laffer irrumpió tras poner impremeditadamente en jaque a toda la multinacional tecnológica Prune, y oasis del cual cuenta su propia profecía, que el ser protagonista de ella —según El Rey— deberá casarse con la hija del hombre más importante de la isla. Meras distracciones, innecesarias quizá, pues Larry únicamente vive por y para Faith, la deslumbrante mujer a la que su búsqueda y conquista, resultará esta vez mucho más compleja que conseguir decenas de puntos en la fría e inerte Timber.

Dos años después, vuelven los sueños húmedos de Larry Laffer y el equipo de CrazyBunch. Una secuela hilada de un trabajo más que notable por las calles de New Lost Wages y que ahora nos traslada a un ficticio archipiélago de islas del Caribe.

Antes, quizá no cabe ni recordar la larga trayectoria de este donjuán en continúo estado de oferta que es Larry Laffer. Desde su debut en 1987 de la mano de Sierra On-Line, pasando por una extensa retahíla de conocidas aventuras gráficas en los 90, su posterior declive, hasta hoy día, cuando el citado estudio alemán CrazyBunch rescató en 2018 una licencia que nunca debió ser mancillada por la generación 3D.

Y es que es muy evidente. Solo hay que disfrutar de unos pocos minutos y localizaciones para ver que el trabajo gráfico diseñado en esta franquicia Wet Dreams roza la excelencia: escenarios con decenas de detalles en pantalla, colorido atractivo pese a su abuso del púrpura, personajes muy agradables y de apariencia ciertamente encantadora y, en conjunto, una experiencia muy visual que regala alegría y simpatía a cualquier ojo aventurero.

La misma alegría y simpatía —y todo un encomiable esfuerzo seductor— que Larry va brindando a cualquier mujer con la que se cruza. Aunque cabe decir que, en estas dos últimas aventuras, nuestro protagonista ha perdido buena parte de nuestra propia empatía al fracaso, ya que CrazyBunch ha transformado aquellos graciosos chascos amorosos de Larry en éxitos rotundos; algo que para muchos —nos incluimos— pueda considerarse quizá un error.

Siempre es controvertido y difícil adaptar una vieja creación. Yerras si apuestas en crear una línea fiel y continuista, y coqueteas con la herejía si cambias ciertos patrones o conductas muy marcadas de un personaje. Nunca llueve a gusto de todos. Como en el Caribe —hilando ya con el argumento—, donde sufriremos con la gran tormenta que hará varar la balsa de Larry en un archipiélago en el cual deberemos atracar infinidad de veces para encontrar a nuestra anhelada Faith.

Pero lo divertido llega cuando la secuaz del Señor Wang, el nuevo presidente de Prune que bien se asemeja al cantante coreano PSY, también va tras los pasos de la ideóloga de la empresa y el algoritmo que posee para poder éste potenciar el oscuro proyecto que la nueva administración se trae entre manos… o entre las piernas. Un desternillante triángulo persecutorio que terminará con líos de cama, sodomía y, a efectos prácticos, muchas horas de diversión.

Citando ya esas referencias como la del autor del archiconocido gangnam style, debemos detenernos un instante y lamentar la mala elección de querer homenajear sobremanera a las aventuras de los 90 en Wet Dreams Dry Twice. Y es que ver a un personaje disfrazado de Roger Wilco y cesar ahí, pueda gustar, o como mucho encontrar un consolador en forma de tentáculo verde como ocurre también en esta aventura, pero lo que no merece Larry Laffer y su propia licencia, es cruzarse —y algo más…— con la gobernadora Bobby Marley, un cadáver de nuestro adorado aprendiz de pirata o, quizá lo peor de todo, homenajear (calcar) innecesariamente objetivos como el de las cuatro partes del mapa del Big Whoop de Lechuck’s Revenge, y muchas más referencias que no caben en este escrito.

Leisure Suit Larry: Wet Dreams Dry Twice, aún con sus inexplicables decisiones y la carencia de pasión o épica, es una aventura gráfica brillante; casi excelente. Los mejores puzles del año los encontrarás aquí aun siendo éstos de inferior calidad que su antecesor. Pero dando tiempo incluso a disfrutar del laberinto de rigor —y de su genial, esto sí, momento en 8 bits— en las postrimerías de la aventura. Una aventura, clásica y genuina, del hombre que se cansó de ser virgen en los 80, y que ahora, pese a sus recientes méritos amorosos, sigue siendo uno de los personajes más carismáticos de la historia de las aventuras gráficas; historia que nunca debe terminar.

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