Burnhouse Lane
- Desarrollador: Harvester Games
- Plataformas: PC
- Link Steam: clicka aquí
- Lanzamiento: 2 de Diciembre de 2022
“¡Tengo buenas noticias! ¡Ha llegado una vacante y es un “big one”! ¡Lo que tú buscabas! Está al sur-oeste, un poco lejos. En la maldita nada. Pero… es un anciano que vive solo en una granja. Primeros síntomas de demencia. Todo bastante estándar. Tendrás que cocinar algo, pero nada demasiado elaborado. Ya sabes cómo proceder. Su cuidadora habitual está enferma y necesitan a alguien que vigile al pobre hombre hasta que regrese… “.
Los hermanos Michalski regresan a la aventura gráfica con todas y cada una de las señas de identidad inherentes a su trayectoria. La envoltura visual mejora obra tras obra, pero se perpetúan los personajes articulados, la atmósfera funesta y la decadencia de cualquier ubicación que visitemos.
También persevera su mecánica más representativa: el estricto “scroll” lateral que desestima cualquier tipo de profundidad. Ello no impide que esta aventura sobreexplote una vertiente agresiva —puro “survival”— que se torna excesiva, equívoca y por momentos totalmente fuera de lugar, a base de desenfundar el arma contra amorfas criaturas que ni tan siquiera en un inframundo logran manifestarse con naturalidad.
“No puedo. Ha surgido algo. Lo siento” Angelene Weather rechazará la oferta con la que iniciamos estas escuetas líneas. Suicidarse luce más en el orden de prioridades. Un cáncer terminal de pulmón ha ganado la batalla mental que ya cobró ventaja con el fallecimiento prematuro de su marido dos años atrás. Pero la vieja viga querrá otro final. Al igual que lo que ocurra en la lejana granja del condado de Devon… y por descontado, en Burnhouse Lane.
Una oportunidad perdida. Pese a esta interesantísima base argumental, Angie no consigue transmitir ni una décima parte de lo que logró —involuntariamente— Susan Ashworth. Siendo casi peyorativo por nuestra parte, tampoco logra sembrar la emoción de Laura Wood. Y de eso va —casi— todo. Llueven las anheladas emociones, tiramos el paraguas a la basura y ninguna gota cala en la piel. Frustrante; la tenaz crueldad de la expectativa.
Puzles para casi todo tipo de comensales. A los citados lances sangrientos sumamos tímidos retos a solventar con nuestro inventario, escollos vestidos de engranajes grasientos y alguna que otra palanca, hacer sándwiches para George, la inexplicable fuerza sobrehumana que tiene Angie de arrollar muros de ladrillos, y un largo etcétera. Eso sí, la mención especial será para la fascinante colaboración de varios gatos que aportan habilidades muy atractivas a nuestro repertorio de talentos. Muchas artes, lejos de la excelencia.
Como tampoco vive en la majestuosidad la parte musical, o por lo menos, al igual que con las sensaciones, lejos del nivel de obras anteriores de Harvester Games. Sí cabe destacar las altas cotas que alcanzan la mayoría de las voces que disfrutamos en el doblaje; mérito extra por ser un desarrollo extenso, volviendo a lamentar, por el contrario, el desapego de unas líneas de diálogo difícilmente conmovedoras.
Burnhouse Lane sufre la comparación frente a una de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos: The Cat Lady. Aun así, ha sido un placer ayudar a Angie, cuidar de George, soportar a Ciaran o comprender a Jenny. No cabe decir que Rem Michalski siempre nos muestra la peor cara del ser humano mientras nos instruye a buscar la luz en cada uno de ellos. “La vida decidió que todavía no era suficiente, y volvió por lo que faltaba”. Lo adaptamos: Nunca tendremos suficientes aventuras de este estudio. Vuelvan y no se marchen nunca.