Prim
- Desarrollador: Common Colors
- Plataformas: PC
- Link Steam: click aquí
- Lanzamiento: 24 de Octubre de 2024
Morwen incitando a su final una vez más. Solo ella parece tener el arrojo de perecer y volver a una vida en la que no se sabe situar tras sus muchas visitas al limbo… y tras quedarse embarazada de la mismísima Muerte. Aquel que siega las almas de quien no supo vivir ni morir: Tánatos, la deidad del inframundo, teniendo una hija con una mortal… “qué disparate”.
Jonas Fisch nos presenta a Prim, hija de La Muerte que da nombre a una de esas aventuras que se dedican a cimentar los puntales del género en estos días. Proyecto custodiado con expectación por un público que ansiaba conocer y velar a una niña de 15 años a la que su vida le cambia completamente en un instante perverso.
Su madre esta vez no volvió del limbo. Tánatos debe aparcar su enorme responsabilidad en el inframundo para realizar su trabajo más difícil: ser padre. Y la joven Prim, arrastrada ya a un mundo que ni conoce, ni respeta, ni comprende hará gala de su recién heredado poder asesinando a su mejor amigo por accidente. Aunando desgracias; trallazos de bienvenida hacia una flamante y oscura vida.
En un desarrollo bañado en la gama que ofrece el blanco y el negro, el único color que conoce Prim es el de la esperanza. Su tía Keres le advierte de la exigua oportunidad de resucitar a Tristán, dado que aún su alma deambula por el río Estigia. Tres recurrentes —por número— e importantes objetivos: algo de quien renace, el hilo de la vida de su amigo, y sí, encontrar su alma.
Para ello tenemos una colección de rompecabezas algo irregular. La luz y oscuridad que tiñe el Reino de los Muertos comparten también cuota al contar con el fulgor del ojo-araña que recibe Prim en su decimosexto cumpleaños, u otro llamativo caso como el del balonféretro, ese juego de cartas al que en un inicio barajamos con todo recelo y que termina siendo pura y acertada adicción. Por el contrario, dos secuencias vanas de puzles en momentos climácicos de la aventura perturban nuestro entusiasmo; Prim no requería ni una sola sombra más.
Pensando en otras penumbras, en este caso por vivir ocultas de una manera inusitada, las dueñas del destino: Láquesis, Átropos y Cloto como únicas estrellas secundarias de un reparto de atractivo insuficiente, pues en la mitología había tela para confeccionar mejores vestidos; teloneros de los que impacientan al público; despilfarro y mala fortuna.
Prim es la historia nacida para convocar a los focos que más alumbran en el lugar. Se dice que toda luz tiene su sombra. La aventura resulta más concisa de lo que la propia obra demandaba. Algún grito de auxilio. <<Hoy el equipo ha ganado, pero sin jugar bonito>> dice un aficionado a la salida del estadio. Sed de épica. Una niña buscando un alma, la de su mejor amigo; encontrarla para que no haya sido el último abrazo. Resplandecer más, para que no ganen las sombras.