Rosewater
- Desarrollador: Grundislav Games
- Plataformas: PC
- Link Steam: click aquí
- Lanzamiento: 27 de Marzo de 2025
Subirse a un tren. Todo reinicio, todo cambio de aires, cualquier voluntad de volver a empezar debería llevar implícito el subirse en una estación y bajarse en otra; muy lejana a poder ser. Explorar una fotografía distinta, el desierto quizá nos parezca bien. Por lo menos eso cree una protagonista con la aventura como acicate. Con la árida tierra de Rosewater como naciente voluntad.
Francisco González abre por fin las puertas de lo indomable. Trabajo de autor de uno de los mayores exponentes de la aventura gráfica. Bien sabe su mundillo que, con estos lanzamientos, todos debemos felicitarnos y todos tenemos algo que agradecer. Ya asoman por la colina aventureros prestos con todos los arreos y las alas del sombrero dispuestas para cabalgar.
“Una cosa que sé es que estoy lista para un cambio de escenario”. Harley Leger desembarca en la amaderada redacción del periódico del condado para iniciarse en el arte de la escritura. El vigor y entusiasmo se disipa en el momento en el que le asignan una previsible e insulsa entrevista a la leyenda del Oeste, Jake Ackerman, aprovechando que éste está de paso por Rosewater. A la verdadera acción le tocará esperar.
No demasiado. Resulta que Jake es un imán para los problemas. Bien se sabe que los problemas conllevan pasiones, éstas cualquier sentimiento de agitación, a mezclar con pistolas, violencia, ahora aderezas con esa vida sin entretenimiento asequible y algún osado que ensarte la palabra dinero y ya tienes tu ansiada aventura, Srta. Leger.
La fortuna del Doctor Bennet Clark, como bien pudo ser otra excusa cualquiera. Científico que abandonó su laboratorio a las afueras de Rosewater en donde investigaba la utópica energía etérica y que ahora, por nuestra parte, reuniendo ya a un grupo bien variopinto de entusiastas de causa instantánea, su supuesto patrimonio pretendemos localizar.
A los ya citados Harley Leger y Jake Ackerman, corresponde incluir al compañero de batalla de éste, Danny Luo, a todo un General de más allá de la frontera de Vespuccia, el español Filomeno Márquez y a la sanadora reclutada tras un conflicto con los nativos del lugar, Nadine Redbird. Todos ellos darán forma a uno de los grandes fundamentos de la aventura: la camaradería.
Los primeros rumores hablan de que nuestro objetivo se sitúa en El Presidio, ciudad en el que los caprichosos mapas colocan al otro lado del país. Para ello, contrataremos los servicios de Lola Johnson, chofer de un carruaje envidiable y que, dada la magnitud a recorrer, será la sexta integrante del grupo; desconocidos en una odisea en la que se deberá borrar ese prefijo.
Comienza el viaje y el reto de ver con quienes llegas a destino. La aventura se personaliza a través de los nexos que entrelaces con el resto de la camarilla en los más de 7 días que durará la ruta. Siendo ésta una bondad por el laborioso trabajo de desarrollo que supone —afectando a puzles y sucesos secundarios—, aunque a su vez, transmite desacierto, ya que ocupa el mayor grueso de la aventura y, al ser una suerte de historias independientes, consigues olvidarte del objetivo que plantea el guion.
Por fortuna, esa disputa de sabores y sinsabores, la decanta la plausibilidad. Vivimos un periplo de muchos días y muchas noches por el desierto (con permiso, Francisco) “americano” y todos los sucesos se sienten verosímiles: emboscadas de bandidos, colonias de personas retenidas en aldeas sin vallar, congregaciones que malviven como buenamente pueden ya en los bosques del interior, animales salvajes, pillaje… desafío tras desafío mientras gestionas inconscientemente la hermandad de tu “manada”.
Decimos desafíos, cual puzles. Obviando la particularidad de atender la economía de Harley, no tendremos excentricidades en el desierto. Dificultad moderada con la mano tradicional: desde el inventario de objetos, pasando por la necesidad de poner atención a la lectura que reflejan diarios y periódicos, engatusar desde el diálogo o la salvedad de varios e innecesarios ramalazos en forma de contraseñas y engranajes que, a celebrar, se cuentan con los dedos de una mano. Nada nos levantó del asiento, nada perturbó el ceño.
Este párrafo sí lo escribimos en pie. Maestría de desarrollo para un apartado visual espléndido. Los paisajes en estático son igual de admirables que la mayoría de animaciones de los personajes. Un disfrute, que se da la mano con el extenso trabajo de doblaje, las ideales baladas y los oportunos efectos a valorar en demasía dada la dimensión de una aventura tan prolongada como la ovación que merece recibir.
Rosewater es el viaje que, como factor, bien define a la palabra aventura. La fraternidad por pretexto aleatorio, o siendo el dinero causa probable en la de todos nosotros. Buscadores de fortuna, pero de forma honesta. La expectativa jugando sus cartas, recordando que en el naipe del rey aparece la Atlántida. Aquí un hombre y todas las preguntas que nadie sabe responder. Aquí una travesía por el desierto que todo buen aventurero debería recorrer.