Old Skies
- Desarrollador: Wadjet Eye Games
- Plataformas: PC y Nintendo Switch
- Link Steam: click aquí
- Lanzamiento: 23 de Abril de 2025
Nueva York, en un futuro no tan lejano. ChronoZen, monopolizando el tiempo. Fia Quinn, cabalgando cualquiera de ellos.
El cine, las series, la literatura… cualquier medio ha recurrido a la narrativa de los viajes en el tiempo y, en su mayoría, con relevante éxito. Sin embargo, David Gilbert y la brigada talentosa de Wadjet Eye Games, han ido un paso más allá: hacer de los viajes un oficio, generar de ello un modelo de negocio y, por ende, una gran compañía en la que sus recursos humanos constituyen un gremio de guías a entera dedicación.
“Eh Nozzo, ¿estás ahí?” Otra elección que suele funcionar, tanto en aventuras como en cierto tipo de historias, es la que incluyen binomios. La cooperación entre Indy y Sophia, el no entender a Max sin Sam, el vínculo entre Sadwick y ese extraño elemento llamado Spot o, por supuesto, el lazo invisible que unía a Rosangela Blackwell y Joey Malone, entre decenas de ejemplos a rememorar. En esta Nueva York ultra-metalizada la alianza no será tan literal a la práctica, pero sí en lo referente a que tanto a Fia Quinn como a Frank “Nozzo” les costaría continuar sin el uno; sin el otro.
El libreto. David Gilbert adecuando su obra con las cartas que suelen ganar las manos, pese a que sigue descartando los puzles que se necesitan para componer la escalera de color. En esta ocasión, disponemos de un escueto inventario con varios objetos que perduran durante toda la aventura, y por lo menos uno —sí, ese, la multi-herramienta— buena noticia hubiera sido perderla, ya que son demasiadas las puertas que conseguimos abrir con ella.
Tampoco nos rescata de la fase de negación los cuantiosos retos de códigos que aunamos de fechas o notas nada inocentes, de manera que nos quedan los diálogos para una contienda que tampoco será tal, ya que, pese a que nuestro desacierto hará que Fia pierda la vida —en nuestro caso— en decenas de ocasiones, será la tecnología y ese sistema ERP de rebobinado el que nos otorgará eternas e inmediatas oportunidades de resarcir lo ocurrido.
Tantos viajes como capítulos. Sin un objetivo claro, la sensación de desconcierto es aún mayor de la que esta corriente narrativa evidencia ya de por sí. Conforme se suceden las excursiones por el tiempo se va revelando un fino hilo que une esas historias aparentemente independientes, pero que precisamente es ese —necesario— nexo el que muestra el lado más artificial e inverosímil de la historia. Nueva York no es tan pequeña… y más teniendo en cuenta las diferentes líneas temporales.
Y quizá ese sea el mismo defecto que salpica a las maravillosas postales que nos deja esta aventura: “la capital del mundo” nunca estuvo más desértica. El hecho de ver tal ciudad sin transeúntes, escenarios de calles céntricas sin agobios o comercios en los que solo se halla una persona, desnaturaliza por completo la situación planteada; empaña lo que a todas luces es una obra visual espléndida.
Como espléndido o portentoso es el trabajo de doblaje. Las entonaciones y registros están muy cuidados, echando de menos ese acierto en el resultado que completa el conjunto de melodías, ya que, pese a ser magníficas en su mayoría, incomprensiblemente algunas desentonan por completo con la escena en la que se sitúan.
Old Skies es conseguir entender las ansiedades y dilemas de una época planteada de la forma más plausible. Un desarrollo tozudo y negligente en algunos de sus fundamentos pero que, por otro lado, muestra el indudable sello de calidad de la compañía norteamericana. Hemos disfrutado de Fia Quinn. Hemos sufrido con Fia Quinn. Nos hemos emocionado con Fia Quinn; y con un solemne final. La hora de cerrar y tomarse una copa. El privilegio de no ser una más. El poder de controlar el tiempo, siendo irónicamente el único que te puede destrozar.