An English Haunting
- Desarrollador: Postmodern Adventures
- Plataformas: PC
- Link Steam: clicka aquí
- Lanzamiento: 15 de Mayo de 2024
Los alumnos atienden a una charla más del profesor de medicina forense Patrick Moore. Un rumor aflora entre los pupitres: ¿se dedican Moore y el profesor Nelson Ward a cazar fantasmas? La inquietud se expande hasta la mismísima cordura del claustro y rectoría de una universidad hastiada de creencias paranormales, a sumar, la noticia de que al parecer el profesor Ward ha desaparecido con el dinero de una cuantiosa donación que debía remitir en la universidad. Ultimátum de 72 horas para Patrick y “sus” fantasmas. Tres días para lograr resultados tangibles. El reto de demostrar lo que nadie consiguió jamás…
José María Meléndez dibuja y ambienta de manera magnífica su Londres de 1907. Fascinante puesta en escena pese a la desapacible fotografía habitual de la capital inglesa. La premisa ya resumida sabe pulsar nuestro botón de interés. Atrapa con la mejor cuerda, pero olvidando asegurar el nudo. Los personajes secundarios responsables de la desmañada atadura.
Apenas los años que llevamos disfrutando de Postmodern Adventures coinciden en número con los que Nelson Ward y Patrick Moore mantienen activo el departamento de investigaciones metapsíquicas. Los impactantes sucesos sufridos en su niñez obligaron a ambos a dedicar parte de sus vidas a perseguir evidencias sobrenaturales. Nelson en paradero desconocido, Patrick rastreando lo imposible.
“No tengo miedo a los muertos, temo a los vivos”. Acompañar cada paso de Patrick solo se verá superado por el placer de leer cada una de sus frases. La aventura conquista el castillo de nuestra expectativa por más frentes que la oleada que ya dirigió Meléndez en Nightmare Frames. En el tablero de Londres vemos repartida mejor la riqueza y sus diferentes talentos. Más arqueros, pese a que estos vendieron el ariete para comprar las flechas.
Irrupciones. Del más allá y, las importantes, muy de aquí. Si decíamos que los secundarios no consiguen llegar a la altura baloncestística que pide la aventura, bienvenido sea ese grupo de principales que nos levanta de la silla. Ni qué decir que te acordarás de este párrafo cuando estés a mitad del viaje. La enmascarada presencia y el contexto real que se plasma arranca cualquier exigente aplauso. La virtud del conocimiento o el mérito del inconformismo. ¡Tanto da, que da lo mismo!
Llueven píxeles. Ellos nos recuerdan qué nos gusta e incluso quienes somos. En esta Londres también se consigue una dentada más al engranaje: las luces, las sombras, el poder de absorción que deja en anécdota la ausencia de animaciones. Misma sensación queda grabada en nosotros a través del oído: las florituras y recursos que arraigan los temas seleccionados hacen que el doblaje sea solo la sal que se olvidó añadir a la receta. ¡Más sano es imaginarlo! Que diría aquel…
“No podré demostrar que existe el Más Allá en tan poco tiempo sin la ayuda del profesor”. La desesperación de Patrick estará a la altura de la envergadura de las quimeras que persigue. Los puzles desecharán protagonismo, pero sabrán mantener un equilibrio casi perfecto en la foto, lamentando el vacío de algún reto reconfortante u otro que almacenar en el recuerdo.
An English Haunting es la historia que aúna lealtad, justicia o fe con los mejores aderezos de aquí y del más allá. Una aventura que desprende personalidad y un evidente sello de autor. La ostentación de la salud actual del género a cargo de uno de los lápices más afilados del estuche. Lo material e inmaterial representados en dos chelines. El prestigio se esfuma en pro de las convicciones. La búsqueda de nuestro compañero promete subsanarlo todo. La verdad que despeje la niebla. La niebla que encubra la verdad.