Monolith

• Desarrollador: Animation Arts
• Plataformas: PC
• Link Steam: clicka aquí
• Lanzamiento: 11 de Octubre de 2023

Aterrizaje de emergencia. La nave tripulada por los exploradores Tessa Carter y Mark Bennet ha impactado con un meteorito y desciende sin control. Un cercano planeta inerte y deshabitado será el abrupto lecho. Despertamos. ¿Por qué desde una cámara de criogenización? Y mi tarjeta de acceso… ¿Por qué sale mi foto con el nombre de otra mujer? ¿Y dónde demonios está Mark?

Tras varios años sin emprender sus aventuras, Oliver Ziegler y Marco Zeugner regresan a la escena con un desarrollo que juguetea con las incertidumbres y ciertas moralidades. El espacio o la química son los trajes que han elegido vestir en la velada. La conducta humana será el motivo por el que acudir. Las mejores premisas de la aventura gráfica, portada de la invitación.

“Lo desconocido siempre es emocionante”. Tessa, aun con la citada intriga del porqué lleva consigo la identificación de una tal Melissa Luna, vislumbra el desolado planeta. Sin batería para poder enviar una señal de auxilio, sin víveres con los que sobrevivir, sin idea de qué hacer o adonde ir… sin compañero con el que alucinar o estremecer; desesperación y dos rayos de luz: uno literal, a varios kilómetros distinguimos una señal luminosa, el otro, un dron que reposaba por la nave y que será el trillado recurso del inseparable compañero o fiel mascota durante toda la aventura.

C.O.R.E. y Tessa. Forzosos amigos que abordarán un viaje en busca del destello que mostró el horizonte. Laberinto por el lodazal, riscos infinitos de piedra y alguna que otra amodorrante charla con la IA, para conseguir llegar a una colosal estructura de la corporación en la que trabajamos. Nuestra última esperanza.

No será fácil para Tessa encajar lo que se encontrará allí. Como tampoco lo han sido ciertos puzles. Con la salvedad de un par de nefastas incidencias de cables, nos enfrentamos a un desafío de calidad satisfactoria, más siendo estricto con el medio que concurrimos: metal y mucha química. Excesiva para algunos como quien escribe, pero no por ello desacertada.

En la técnica siguen cayendo bondades de la piñata. El apartado gráfico, excepto por el carbón de los semblantes de los escasos personajes, concluye en delicia pese al hándicap de tratar lugares desérticos. Dulzor también en el mimo de las animaciones de la ejecución de acciones en los puzles, todo y que, conforme avanza la aventura, van ausentándose de igual forma que las esperanzas de Tessa y su ansiado grito de auxilio.

Cerramos con todo el sonido que desprende el planeta. Fantástico trabajo de doblaje, tanto por la participación de un buen número de actores —en dos lenguas—, como en detalles que percibimos en la acústica y eco según en qué dependencia estemos. Ovación a ello, algo menos efusiva para sus melodías, pero cierto es, que son obras inteligentes que entienden a la perfección cómo acompañar el pulso de la aventura.

Monolith es un notable viaje por el espacio literal —y otro mental— que aterriza en moralejas recalcitrantes. El duro combate entre ser y querer ser. Ambición o modestia. Tesituras y travesuras de guion. Tessa en un mar de dudas. Nosotros, quizá sin ninguna.