Death of the Reprobate
- Desarrollador: Joe Richardson
- Plataformas: PC
- Link Steam: click aquí
- Lanzamiento: 7 de Noviembre de 2024
John el Inmortal se muere. En solo cinco palabras ya tenemos el primer chiste… y celebración. Su hijo Malcolm the Shit (Filemón el Cabrón en la versión española) ejerce desde hace unas fechas como líder interino y arde en deseos de que su reinado sea por fin indefinido. Para ello, deberá atender el requerimiento de presencia de las últimas palabras de su padre. Entre tíranos anda el juego.
Una fiesta —o el entorno de la aventura gráfica— mejora si está Joe Richardson en ella. Para nuestra fortuna vuelve para cerrar una trilogía simplemente imprescindible, que siempre será recordada por hacer que el renacimiento cobre vida, aun cuando quizá sea menester aludir a estas tres aventuras por la infinidad de risas con las que nos ha conquistado.
El último lienzo no iba a ser menos. Los compases iniciales en los que ejercemos un sideral abuso de poder para condenar a nuestros aldeanos a torturas de lo más extravagantes son la risa como estado natural. Te impacta y maravilla ser dueño de esa osadía extrema. Tan exagerada es, que exige sobremanera al transcurso posterior de la aventura, siendo del todo imposible mantener tal nivel de hilaridad.
Malcolm desciende a las tierras bajas donde su padre —ya postrado en cama— conecta sus últimas frases. Éstas serán suficientes para recriminar a su hijo la actuación al frente de un gobierno que dilapida fortunas en juergas, chanchulla con amigotes y tiraniza a su población. El propio John no era menos benévolo. Y esto mismo aplicará contra su hijo al que amenaza en sus últimos suspiros con negarle el título y patrimonio familiar si no compensa con siete buenas obras antes de que asome el anochecer.
Se mira donde se mire, allí estarán de nuevo todos los protagonistas de obras renacentistas y, esta vez también, las creaciones musicales más reconocibles de la época (Mozart, Chopin, Vivaldi…) transformadas en fanfarrias para ambientar todos y cada uno de los aposentos del reino.
“El señor es tu guía”. Ni qué decir que el componente religioso prepondera una vez más. Esta vez será el propio todopoderoso quien evidencie a los siete voluntarios que requieren de nuestra sugestionada ayuda, teniendo que recurrir a sensatos —y sencillos— puzles desde el inventario para alegrar el día a los conciudadanos.
Hasta ahí. Ahora se viene la mala noticia. Esas siete misiones serán la grandísima parte de lo que ocurra, disfrutemos —lo aseguramos— y recorramos por este museo revigorizado que nos plantea Joe Richardson. Y es que la aventura, señoras y señores, es indignantemente escueta. Piensen en ese menú sin postre. En esa película sin palomitas. En ese concierto sin bises. En esa cita sin portal. En esa aventura hasta donde yo la quiera parar.
Death of the Reprobate es una aventura —y trilogía— de culto inmediato. La genialidad de un autor que tiene por manía hacer reír de forma desmedida a quien osa acercarse a sus obras. El arte en movimiento, la aventura viviendo ya en la vuelta de tuerca; desfachatez, sinvergonzonería, la sátira como estrella del museo de única planta; museo donde asoman pecadores con la sonrisa perfectamente dibujada.
