The Will of Arthur Flabbington
- Desarrollador: Gugames
- Plataformas: PC
- Link Steam: clicka aquí
- Lanzamiento: 10 de Noviembre de 2023
“Y a mis queridos amigos, Ada y John, les dejo el tesoro más grande…”. Un eco amargo resuena de cada una de estas palabras en el codicioso ánimo de Jack, al cual llaman por teléfono para elucidar el testamento de su tío Arthur Flabbington. “¿Él no me ha dejado nada?”. Nada de nada, Jack. Y tu aventura va a ser intentar remediar lo irremediable, ¿verdad?
Fabio Guggeri vuelve tres años después para mostrar una de las pocas comedias que nos va a dejar este resacoso año de aventuras. Partiendo de una premisa tan acertada como lo es cualquier indignación ajena y cotidiana, y transcurriendo pronto bajo un descabellado modus operandi, el relato sube apuesta en una mesa donde no todos querrán ver las cartas.
Terco; maravillosamente testarudo. Jack decide hacer una contraoferta a la realidad recurriendo a una tarotista del barrio para que le ayude a comunicarse con su tío con el fin de discutir los términos de su testamento. El minúsculo hándicap es que Arthur ya está muerto. Minucias para un cabezota con mucho tiempo libre.
Como minucias son algunas pronunciaciones. ¿Flabbington? ¿Flabbobington?… ¿Qué tanto importa? Pensaría Madame Julia. Tantísimo, en la paciencia de Jack, que tras el ritual ve aparecer al fantasma de un hombre grosero, repelente, castigado por la vida más allá de la menudencia de estar muerto, pero que encandila, por lo menos a nosotros, con el inverso influjo con el que destruye la tolerancia del protagonista.
Arthur Feldberg. La azulada aparición que ya maniata su devenir al de Jack. Embarazoso momento en el que recordamos la similitud a disentir en forma de Joey Mallone de la saga Blackwell. Iguala o mejora ese espectral recurso y eleva la capacidad de la aventura al utilizar a “Artie” como arma para alojarse en las conciencias de cualquier personaje con el que nos cruzamos. Imitar con cierta maña, pese a que el carisma del legendario Joey sea quizá insuperable.
Hablemos ya del reto que supone luchar por la herencia del tío Arthur. Retahíla de buenos puzles que solo enturbian los lances en el cementerio y el vínculo con la jardinería. Suculentos en su mayoría, sin visualizar la cúspide, muestran buenas tablas a la vez que nos divierten muchas de sus resoluciones tornándose en el doble pilar de la aventura.
Ni que insistir queda en que el humor es ese segundo soporte, siendo cierto que el doblaje de los chicos de Tall Story —y cía.— corre en auxilio del vencedor. Por otro lado, la divertida relación entre Jack y Arthur se completa con algunos sucesos descabellados que no influyen en que la aventura mantenga ese tono cotidiano que le sienta tan y tan bien al género.
Como bien sienta el pixel. En este desarrollo toca celebrar las satisfactorias animaciones de personajes y objetos, a la vez que lamentamos la apariencia de unos escenarios lejos de cualquier poder cautivador.
The Will of Arthur Flabbington es la divertida cruzada de un sobrino al que difícilmente le daremos la razón. Una aventura que escribe la palabra dejándose alguna letra por el camino. Faltó épica o, por el contrario, mayor dosis de hilarante indignación. Nos quedamos con el desafío que nos plantea desde el inventario y las risas que ya nadie nos va a arrebatar. Volverá “Guga”, y no como figura fantasmal. Aunque, como bien dice Artie: “una vez que sabes de la existencia del más allá, la muerte como evento pierde gran parte de su importancia, ¿no?”.